Querida abuela, soy lesbiana
No te imaginas lo difícil que es tener que enfrentarse a este momento, es una conversación tan difícil como importante, abrirme a ti para no verme obligada a ocultarte nada y poder vivir de acuerdo a mi verdadero yo sin excluirte.
Por más vueltas que le he dado, nunca he encontrado el momento adecuado, “qué buena está la comida, por cierto soy lesbiana” no me parecía una buena técnica, y cuando había un momento que parecía adecuado, las palabras se mezclaban en el cerebro, se atragantaban en la garganta, y no salían pro la boca.
Soy lesbiana y eso no va a cambiar, al igual que espero que no cambie nuestra relación, porque yo no cambio como persona, no cambio como nieta, no cambian mis valores, no cambia mi manera de ver el mundo, no cambia lo que yo te quiero y siento por ti, ni la importancia que tienes en mi vida.
Entiendo que comprender esta nueva realidad puede llevar tiempo, no me gustaría que te quedaras con ninguna duda ni inquietud, cualquier cosa que quieras saber, siéntete totalmente libre de preguntármelo, estaré más que dispuesta, estaré feliz y encantada de responder a todas tus preguntas.